La interna por el nuevo gabinete: los funcionarios presionan por cambios, pero no todos piden lo mismo


“Cambia o muere”, es la drástica definición de un importante funcionario sobre el futuro de Javier Milei tras las elecciones de 26 de octubre al hacer referencia a la necesidad de dar vuelta un gabinete que dé aire a la gestión pero sobre todo que obture la interna sin fin. Pero esa “presión” sobre el jefe de Estado convive con denuncias de su entorno por presuntos de “lobbys” de los denominados “ñoños republicanos” -como se denomina procazmente al PRO- y del armado de Santiago Caputo para definir el futuro equipo de gobierno.

El propio Presidente en la semana blanqueó, en una entrevista con La Nación +, que el asesor presidencial dejará en diciembre su status de monotributista para convertirse en funcionario. No dijo en qué cargo. La sombra de Karina Milei, enfrentada al también consultor, permanece incólume sobre su hermano. “Los cambios no pueden hacerse al margen de ella para quién Lule (Menem) a veces hace las veces de jefe de gabinete”, exagera un dirigente bonaerense que conoce a los hermanos Milei desde 2021.

Pero la magnitud de los cambios dependerá, en última instancia, del resultado electoral del próximo domingo. Es decir, una dura derrota a nivel nacional, más allá de la contabilidad creativa que intentará hacer el Ejecutivo de los números de las legislativas, podría ahondar la presión sobre el mandatario.

En el espejo está el gran triunfo que obtuvo Cambiemos en 2017 cuando superó el 41% de los votos a nivel nacional: por primera vez en 32 años, un frente oficialista logró imponerse en los cinco distritos de mayor peso electoral del país: provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Ciudad de Buenos Aires y Mendoza.

Hoy los números que barajan en la Casa Rosada, tras la crisis política del narco-escándalo de José Luis Espert, no indicarían un escenario catastrófico. Pero tampoco habría chances de repetir la victoria que obtuvo la administración de Mauricio Macri hace ocho años.

Sí hay coincidencia que las persistentes internas y la parálisis en la gestión obligan a un reseteo de gobierno. “Tiene que barajar y dar de nuevo”, sostuvo, a su turno, un importante funcionario del Ejecutivo que anhela que el Presidente ordene la gestión. El problema es que en el pasado el mandatario le ha esquivado a las definiciones para salir por arriba de los roces internos: el 7 de noviembre de 2023 abandonó una cumbre caliente en el Hotel Libertador, en la previa al balotaje, en la que Karina echó al histórico armador Carlos Kikuchi y en abril del año pasado demoró varias semanas antes de autorizar la expulsión de su entonces “controller” del gabinete, su “amigo” de Corporación América Nicolás Posse.

Entre las diferentes “tribus” libertarias consideran que los hermanos Milei no autorizarán una “intervención del macrismo” en el gabinete a partir del 10 de diciembre. Nombres como Guillermo Dietrich -vedado por Karina porque en 2016 se agarró a las trompadas con Darío Wasserman -marido de la delegada karinista Pilar Ramírez y vice del Banco Nación-, “Pancho” Cabrera o Jorge Triaca, circulan desde las usinas macristas pero sin ningún tipo de confirmación desde Balcarce 50.

Sí puede haber un desembarco de “cuadros técnicos” o de algunos de los dirigentes “amarillos” que se calzaron el buzo violeta para la campaña bonaerense, como Cristián Ritondo o Guillermo Montenegro, en Seguridad (Patricia Bullrich asumirá como senadora el 10 de diciembre).

“Las internas son nocivas y siguen. Por eso es dificil que se vaya (Guillermo) Francos”, concluye, a su turno, un estrecho colaborador de Karina. En las últimas horas desde “Las Fuerzas del Cielo”, el “brazo político” de los tuiteros caputistas, volvieron a disparar contra Sebastián Pareja al advertir sobre presuntas irregularidades en el proceso de fiscalización en La Matanza, y criticaron un acto en Tigre en el que participó Andrea Vera, candidata a diputada e hija del “Nene” Vera -el armador parejista de la primera sección- al que concurrieron, según advirtieron con malicia, solo “60 personas”.

El operativo desgaste sobre el canciller Gerardo Werthein por parte de los tuiteros que responden al consultor tuvo como correlato la instalación de una suerte de “diplomacia paralela” con el lobbista de Donald Trump, Scott Bessent. “Santiago inventó un relato de este esquema. Pero en la política exterior sigue pesando Marcos Rubio“, apuntó otro dirigente libertario, en referencia al secretario de Estado norteamericano.

Fuente: www.clarin.com

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